Por Yamisbel Gil Neff

Minas, 29 sep.- El proceso del Congreso fue una oportunidad para que las masas analizaran infinidad de problemas presentes y de problemas futuros, sentenció Fidel Castro Ruz en la clausura del primer Congreso de los Comités de Defensa de la Revolucion (CDR).

Un 24 de septiembre de 1977, inició por primera vez este evento en el teatro Carlos Marx, en la ciudad de La Habana, cuyas sesiones fueron presididas por el Comandante en Jefe.

Es preciso recordar esta trascendental fecha, pues representó la oportunidad de establecer un contacto estrecho entre las masas, el Partido y el Gobierno, donde asomaron ideas, opiniones e inquietudes sobre  el trabajo y los objetivos de los Comités.

Con una cifra de 2 mil 441 delegados de toda la Isla y delegaciones de 23 países hermanos asistentes al cónclave, en dicha ocasión se anlizaron los avances del país en el terreno cultural, en la enseñanza y en la conciencia política desde la creación en 1960 de los CDR hasta ese momento.

Este histórico escenario contribuyó además a sumar a las tareas iniciales de la vigilancia revolucionaria, otras de interés popular como la educación, el trabajo voluntario, fomentar la integración dentro de la comunidad, actividades patrióticas, de salud, la protección del medio ambiente y muchas más.

Fue un excelente Congreso en su gestación, en su desarrollo, en la madurez de sus integrantes, que nos hacían sentir orgullosos a todos de los CDR, concluyó el líder histórico de la Revolución Cubana.

Revitalizar los CDR, a través de sus principales dirigentes y miembros en espacios de debate sobre el quehacer de esta importante organización de masas, fue sin dudas una idea que nació aquel 24 de septiembre, y constituyó el precedente de citas similares que se han desarrollado a lo largo del proceso revolucionario cubano en aras de diseñar estrategias de defensa coherentes con la época que vive el país.